Combinando un sensor de movimiento dentro del recinto y un tablero con un circuito electrónico temporizado de período regulable, se logra encender las luminarias del recinto solamente cuando existe gente en el mismo, apagándose luego de un tiempo de aproximadamente 20 minutos en forma automática cuando las mismas se retiran. De esta manera, se ahorra energía, al no poder “olvidarse” encendida la luz.
Se combina con un interruptor de pared para poder anular el sistema a voluntad, apagándolo definitivamente.
La corriente máxima controlable es de 10 A y es conducida por medio de un robusto contactor.
El conexionado es a través de prácticas borneras enchufables.
Posee indicación luminosa de conexión y de encendido. Un fusible protege la electrónica de control interna.